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Comunión

El niño y la niña, entre los 6 y 9 años, comienzan una nueva etapa de su vida.

Los psicólogos y pedagogos la llaman: Segunda infancia.

Se caracteriza por:

    • Una mayor adaptación al mundo exterior y a la realidad como superación del egocentrismo hacia si mismo.

    • El niño y la niña viven, sin esfuerzo, en un tiempo feliz. Sin embargo, deben continuar madurando en: Serenidad, desarrollo intelectual, control de sus emociones, apertura a lo social, interiorización de nombras, fortalecimiento de su voluntad, en la capacidad de autodeterminación. 

Desde la catequesis y la experiencia de la fe, podemos fomentar ese desarrollo del crecimiento en madurez personal y social. En la Catequesis le ofrecemos modelos concretos de personas que, al estilo de Jesús, van creciendo en humanidad, en una experiencia de vida serena, llena de valores para ayudar a los demás. También se le ofrece la posibilidad de sentirse integrados en una comunidad cristiana que favorece la relación con otras personas que asumen compromisos coherentes con su vida. Para llevar adelante este modelo de vida se favorece el refuerzo y la formación de la voluntad, la interiorización de normas con razonamientos y motivaciones fuertes que le ayuden a enfocar su propia vida desde la libertad.

Los padres, el entorno familiar y las experiencias que el niño y la niña viven en otros ambientes, influirán en ellos de manera casi determinante, para bien o para mal, no sólo en el aspecto religioso sino en todas las otras facetas de la personalidad. De ahí la importancia que tiene tanto para los padres como para otros educadores, que integremos la educación religiosa como un aspecto que ayuda a conseguir la madurez del niño o de la niña.

 

  1. Contad alguna experiencia donde notáis que vuestros hijos e hijas avanzan en madurez.
     
  2. ¿Cuáles son los problemas más frecuentes que encontráis para conseguir una buena formación de acuerdo con la edad de vuestros hijos?
     
  3. ¿Dónde notáis que la experiencia religiosa está ayudando a conseguir mayor madurez y desarrollo de los valores que queréis para vuestros hijos?
     
  4. ¿Qué necesitamos los padres para contribuir mejor en la formación de nuestros hijos, ofreciéndoles algo más de lo que es necesario: Alimento, ropa, salud, bienestar...